A la cajera que me dejó absolutamente sin palabras: ¡mis respetos!
Era domingo por la mañana y estaba de mal humor, echando gasolina al coche de mi madre. Era una de esas gasolineras que también son supermercado, así que te arriesgas a unirte a una cola de gente con cestas llenas de productos a precios algo elevados. Es horrible que te pase esto cuando lo único … Leer más