La Universidad de Cornell pagará 60 millones de dólares como parte de un acuerdo con la administración Trump que restablecerá la financiación federal para la investigación y resolverá las quejas del gobierno que alegan discriminación en la universidad de la Ivy League.
Según el acuerdo, la universidad pagará al gobierno federal 30 millones de dólares en tres años y gastará otros 30 millones en programas que beneficien a los agricultores estadounidenses, dijo el viernes en un comunicado el presidente de la Universidad de Cornell, Michael Kotlikoff.
La administración Trump ha puesto en la mira a una serie de prestigiosas universidades estadounidenses en una ofensiva que ha perturbado su funcionamiento, generado dudas sobre la autonomía institucional y puesto de relieve la relación entre el mundo académico y el gobierno federal. Cornell fue una de las varias universidades a las que la administración Trump impuso la congelación de fondos federales y las investigó por supuestas violaciones de derechos civiles.
El acuerdo de Cornell restituye más de 250 millones de dólares en fondos para investigación retenidos por el gobierno federal; recortes que, según Kotlikoff, “han estancado la investigación de vanguardia, trastornado vidas y carreras, y amenazado el futuro de los programas académicos en Cornell”.
El acuerdo también restablece la colaboración en materia de investigación entre Cornell y el gobierno federal, al tiempo que mantiene la libertad académica y la autonomía institucional de la universidad privada, dijo Kotlikoff.
Cornell se une a otras instituciones académicas que han llegado a acuerdos con la administración Trump para recuperar su financiación. La Universidad de Brown acordó pagar 50 millones de dólares a organizaciones de desarrollo laboral de Rhode Island, y la Universidad de Columbia llegó a un acuerdo para pagar 200 millones de dólares al gobierno federal en un plazo de tres años para resolver las acusaciones de que la universidad violó las leyes antidiscriminación.
El presidente Trump arremetió contra las escuelas que su administración consideraba focos de liberalismo por no proteger a los estudiantes judíos durante las manifestaciones propalestinas que se intensificaron en los últimos dos años. La administración también atacó los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) de las universidades.
Como parte del acuerdo, Cornell aceptó cumplir con las leyes federales de derechos civiles e incluir un memorándum del Departamento de Justicia que describe lo que la administración considera políticas de discriminación ilegales, incluidas las prácticas de DEI, como recurso de capacitación para el profesorado y el personal.
La universidad seguirá realizando encuestas anuales a los estudiantes sobre el ambiente en el campus, incluyendo encuestas específicas para estudiantes judíos. El acuerdo estipula que las encuestas deben incluir preguntas sobre si los estudiantes “se sienten seguros al denunciar el antisemitismo” y si los cambios implementados en Cornell desde octubre de 2023 “han beneficiado a la comunidad de Cornell”.
La secretaria de Educación, Linda McMahon, calificó el acuerdo como “otro compromiso transformador de una institución de la Ivy League para poner fin a las políticas de DEI divisivas”.