Tras un acalorado debate, el gobierno alemán ha decidido no instaurar un nuevo sistema de servicio militar obligatorio, optando en su lugar por un modelo voluntario.
Según el plan para modernizar las fuerzas armadas del país, los jóvenes alemanes deberán manifestar su disposición a servir y someterse a un examen médico a partir del próximo año. Se ofrecerán incentivos económicos y de otro tipo para fomentar el reclutamiento voluntario, pero si no se alcanza el número necesario de reclutas, se reconsiderará la posibilidad de un servicio militar obligatorio a nivel nacional. Esto, sin embargo, requeriría legislación adicional.
También se anima a las mujeres a participar como voluntarias, pero no estarán obligadas a participar en el proceso de selección.
Al igual que otros países occidentales, Alemania redujo drásticamente el tamaño de sus fuerzas armadas tras el fin de la Guerra Fría, pero ahora se enfrenta al enorme desafío de reconstruirlas ante la inminente amenaza que supone Rusia y otras preocupaciones de seguridad.
La presión de Estados Unidos para que Alemania contribuya militarmente, así como las dudas sobre el compromiso de Washington con la seguridad futura de Europa, también han contribuido a la urgencia y han llevado al canciller Friedrich Merz a prometer, al asumir el cargo, que convertiría a las fuerzas armadas alemanas, o Bundeswehr, en “el ejército convencional más fuerte de Europa”.
Los responsables de seguridad han advertido de que Rusia podría estar en condiciones de lanzar un ataque a gran escala contra Alemania y el resto de Europa en pocos años.
«Haremos que el servicio militar voluntario sea más atractivo», declaró el jueves Jens Spahn, líder parlamentario de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merz, ante la prensa. «Queremos convencer al mayor número posible de jóvenes para que sirvan a la patria». Si el reclutamiento voluntario no proporcionara suficientes soldados y personal auxiliar, añadió, «tendremos que hacerlo obligatorio». Sin embargo, aclaró que esto implicaría nueva legislación.
Spahn acuñó la frase Bedarfswehrpflicht , que significa reclutamiento basado en las necesidades, para describir el elemento obligatorio del servicio militar obligatorio al que el gobierno puede recurrir si es necesario, “de modo que podamos reclutar a tantas personas como necesitemos”.
El acuerdo alcanzado el miércoles por la noche y anunciado el jueves por la mañana fue la culminación de meses de acalorados debates entre la CDU y su socio menor, los socialdemócratas, sobre la mejor manera de reestructurar las fuerzas armadas mediante el reclutamiento, asegurando al mismo tiempo que la población apoyara ampliamente la medida.
El jueves, el titular del tabloide Bild decía: “Uno de cada 15 hombres tendrá que servir en el servicio militar”.
Según las propuestas, que se espera que entren en vigor a principios de 2026, todos los jóvenes de 18 años —los nacidos en 2008— serán considerados inicialmente aptos para el servicio militar y deberán someterse a un registro obligatorio que incluye un examen médico y completar un cuestionario en el que podrán manifestar su interés.
Si se considerara necesario un reclutamiento obligatorio, esto requeriría una votación separada en el parlamento.
Los incentivos para impulsar la contratación incluirán el acceso gratuito a los permisos de conducir (que pueden costar varios miles de euros en Alemania) y un aumento considerable del salario bruto actual para los puestos de nivel inicial, hasta 2600 euros al mes.
