🚀 Blue Origin logra una hazaña con el aterrizaje de su cohete gigante New Glenn.

El segundo vuelo exitoso del cohete New Glenn marca un hito importante en la historia espacial. Este gigantesco vehículo de lanzamiento, desarrollado por Blue Origin, completó con éxito su segunda misión, colocando dos sondas marcianas en su trayectoria hacia el planeta rojo y recuperando de forma espectacular su primera etapa.

El evento del 13 de noviembre de 2025 quedará grabado en la historia por varias razones. El cohete New Glenn, de 98 metros de altura, despegó desde Florida con las dos sondas ESCAPADE diseñadas para estudiar Marte. Pero el logro más notable reside en el retorno controlado de la primera etapa, que aterrizó con precisión en la plataforma flotante «Jacklyn», situada a 604 kilómetros de la costa. Esta maniobra, realizada anteriormente solo por SpaceX, representa una proeza técnica para Blue Origin.

Jeff Bezos, CEO de Amazon y fundador de Blue Origin, compartió su entusiasmo en redes sociales publicando varios vídeos del vuelo. Uno de ellos muestra especialmente bien la técnica de aproximación empleada: en lugar de descender verticalmente sobre la nave, la plataforma realiza una maniobra lateral para posicionarse gradualmente. Este método precavido busca evitar cualquier impacto violento en caso de fallo del motor, como explica Bezos en sus publicaciones.

La estrategia de Blue Origin se rige por el lema «Gradatim Ferociter», que significa «Paso a paso, con ferocidad» en latín. La primera etapa utilizada en esta misión, llamada «Never Tell Me the Odds» (Nunca me digas las probabilidades) en referencia al desafío técnico, aterrizó con éxito. Dave Limp, director ejecutivo de Blue Origin, destaca en un comunicado oficial que ningún cohete propulsor de este tamaño había logrado jamás tal hazaña en el segundo intento.

El diseño del New Glenn prevé que cada primera etapa pueda realizar al menos 25 vuelos, lo que facilita la reutilización intensiva de los vehículos de lanzamiento. Las fotografías posteriores al aterrizaje muestran una etapa en excelentes condiciones, casi impecable, lo que sugiere su rápida reutilización. Este rendimiento demuestra la creciente madurez de las tecnologías de recuperación de cohetes, esenciales para reducir los costos de acceso al espacio.

recuperación de vehículos de lanzamiento espacial
La recuperación de vehículos de lanzamiento representa un gran avance en la industria espacial. Esta técnica consiste en traer de vuelta a la Tierra, al menos, las etapas principales de los cohetes tras su uso, permitiendo así su reutilización en futuras misiones.

El proceso incluye maniobras en las que el cohete propulsor enciende sus motores varias veces para frenar su descenso y posicionarse con precisión hacia una zona de aterrizaje predefinida. Las aletas de control y los sistemas de guiado garantizan la estabilidad durante esta fase crítica.

La reutilización de vehículos de lanzamiento reduce significativamente los costes, ya que la construcción de un nuevo cohete propulsor representa la mayor parte del presupuesto de una misión. Además, acelera el ritmo de los lanzamientos, puesto que las etapas recuperadas pueden prepararse para un nuevo vuelo en tan solo unas semanas.

Esta tecnología, popularizada por SpaceX con sus cohetes Falcon, ahora está dominada por otros actores como Blue Origin, lo que marca una evolución significativa hacia un acceso al espacio más sostenible y económico.

misiones de exploración de Marte
La exploración de Marte es uno de los objetivos prioritarios de las agencias espaciales de todo el mundo. El planeta rojo presenta características únicas que lo convierten en un objetivo predilecto para la búsqueda de vestigios de vida pasada y la preparación de futuras misiones tripuladas.

Sondas como ESCAPADE, construida por la Universidad de Berkeley y Rocket Lab para la NASA, están diseñadas para estudiar la atmósfera marciana y su interacción con el viento solar. Estas investigaciones ayudan a los científicos a comprender la evolución climática del planeta y los mecanismos que llevaron a la desaparición de su antigua atmósfera más densa.

Estas misiones allanan el camino para la futura exploración humana al proporcionar datos esenciales sobre los recursos disponibles, los riesgos radiológicos y las condiciones de la superficie, información indispensable para planificar el establecimiento de bases permanentes en el planeta rojo.

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