El banco central vuelve a bajar los tipos de interés un cuarto de punto, pero la continuidad de la relajación monetaria no está garantizada.

El Banco Central de México (Banxico) recortó el jueves su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos, fijándola en 7,25%, su nivel más bajo desde mayo de 2022.

Este recorte supuso la undécima reunión consecutiva en la que la Junta de Gobernadores redujo los costes de endeudamiento y la tercera vez consecutiva que el tipo se redujo en un cuarto de punto.

Aunque la medida era ampliamente esperada, los analistas observaron que Banxico adoptó un tono más cauto respecto a las perspectivas de una mayor flexibilización monetaria, citando una economía débil y negándose a ofrecer previsiones más allá de su próxima reunión el 18 de diciembre.

Esta negativa supone un cambio en sus previsiones, que hasta ahora habían indicado sistemáticamente nuevos recortes. Algunos analistas creen que este cambio sugiere que la flexibilización monetaria iniciada en 2024 se pausará el próximo año, mientras que otros prevén que solo una crisis imprevista podría interrumpir el ciclo.

La decisión de Banxico se produjo una semana después de que el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) informara que la economía mexicana se había contraído un 0,3% en el tercer trimestre, ajustada estacionalmente, y fue seguida el viernes por la mañana por el informe que indicaba que la inflación anual se desaceleró en octubre .

La contracción económica se debió a la debilidad de los sectores industriales: manufactura, minería, construcción y energía. Esta situación sugiere la posibilidad de un ciclo de flexibilización monetaria más prolongado para estimular la economía local.

Y si bien la tasa de inflación se mantuvo dentro del rango objetivo del banco central del 3%, más o menos un punto porcentual, los analistas y los responsables políticos citados por la agencia de noticias Reuters han adoptado un tono cauto.

“Prevemos un repunte de la inflación anual a principios de 2026 como resultado de los efectos de las subidas de impuestos”, señalaron los economistas de Banamex en una nota.

En un comunicado en el que explica su decisión sobre las tasas de interés, Banxico dijo que tomó en consideración el comportamiento del tipo de cambio, la debilidad que muestra la economía y los posibles impactos de los cambios en las políticas comerciales a nivel mundial.

El banco central reconoció que las medidas arancelarias impuestas por el presidente estadounidense Donald Trump “siguen generando incertidumbre en las perspectivas” y podrían provocar “presiones inflacionistas”. 

“El Consejo de Administración consideró apropiado continuar el ciclo de reducciones [lo cual] es consistente con la evaluación de las perspectivas inflacionarias actuales”, dijo Banxico, al tiempo que enfatizó los riesgos persistentes de una inflación subyacente persistente.

Banxico citó riesgos al alza para la inflación, incluyendo la depreciación de la moneda, la inflación subyacente persistente, las perturbaciones derivadas de conflictos geopolíticos y las presiones de costos.

La inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y los combustibles, se situó en el 4,28%, sin cambios respecto al mes anterior.

Banxico revisó a la baja su pronóstico de inflación general anual, y ahora espera que cierre 2025 en 3,5%, en comparación con el 3,6% estimado anteriormente.

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