Guardias Nacionales disparan a sospechoso: la muerte de un comandante afgano y los problemas financieros salen a la luz

Mientras los investigadores continúan investigando lo que pudo haber motivado al sospechoso del tiroteo mortal de la Guardia Nacional la semana pasada, ha surgido un retrato de una vida de creciente estrés financiero y una posible crisis de salud mental, dijeron fuentes familiarizadas con el caso a ABC News.

Además, varias fuentes dijeron que los investigadores están analizando el impacto de la reciente muerte de un comandante afgano, que supuestamente trabajó con el sospechoso, Rahmanullah Lakanwal, de 29 años.

La muerte del comandante, a quien se dice que Lakanwal veneraba, entristeció profundamente al sospechoso, dijeron las fuentes.

Esto puede haber agravado las cargas financieras de Lakanwal, que incluyen no tener empleo, tener un permiso de trabajo vencido y supuestamente tener dificultades para pagar el alquiler y alimentar a sus hijos, dijeron las fuentes.

Las autoridades informaron que el sospechoso tiene esposa y cinco hijos. Condujo desde su residencia en el estado de Washington hasta la capital del país antes del tiroteo y atacó a los guardias, según informaron las autoridades.

Una fuente policial de alto rango dijo a ABC News el domingo que los investigadores están examinando todo y examinando de cerca el papel de una situación aparentemente en deterioro en el hogar.

El FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y los funcionarios de inteligencia también investigan la posibilidad de que el ataque haya sido dirigido o inspirado por terroristas internacionales. Sin embargo, hasta el momento, las autoridades no han hecho pública ninguna prueba específica que vincule a Lakanwal con una organización terrorista ni se han presentado cargos por terrorismo.

La investigación del tiroteo mortal aún está en sus primeras fases.

El 26 de noviembre, dos miembros de la Guardia Nacional recibieron disparos y resultaron gravemente heridos a pocas cuadras de la Casa Blanca en Washington, DC; uno de los guardias murió como resultado de las heridas sufridas al día siguiente.

El presidente Donald Trump calificó el tiroteo como «un acto de maldad, un acto de odio y un acto de terrorismo», y agregó: «Fue un crimen contra toda nuestra nación».

Trump, citando información del Departamento de Seguridad Nacional, dijo que el sospechoso ingresó a Estados Unidos desde Afganistán en septiembre de 2021 y criticó a la administración anterior del presidente Joe Biden.

El sospechoso trabajó anteriormente con el gobierno de Estados Unidos, incluida la CIA, como miembro de una fuerza asociada en Kandahar, «que terminó en 2021 tras la retirada de Afganistán», según el director de la CIA, John Ratcliffe.

Solicitó asilo en 2024 y se le concedió en abril, bajo la administración de Trump, según las fuentes.

En Afganistán, el sospechoso formaba parte de la Unidad Cero, colaborando estrechamente con la CIA y el Comando Conjunto de Operaciones Especiales, según fuentes familiarizadas con la investigación. El sospechoso era un miembro de confianza de dicho equipo, que perseguía objetivos antiterroristas estadounidenses, según las fuentes.

El FBI continuó entrevistando durante el fin de semana a familiares y asociados del sospechoso y trató de explotar documentos y otro material obtenido a través de búsquedas en dispositivos móviles, su presencia en las redes sociales y propiedades vinculadas a él.

Lakanwal permanece hospitalizado bajo fuerte vigilancia, dijeron fuentes a ABC News el domingo.

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