El enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, se reunirá con el jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania, Rustem Umerov, para mantener conversaciones en Miami el jueves, confirmó la Casa Blanca.
La reunión se produce después de que Witkoff pasara casi cinco horas con el presidente ruso Vladimir Putin en Moscú el martes, negociaciones que, según el Kremlin, no produjeron «ningún compromiso» sobre el fin de la guerra en Ucrania.
El presidente de Estados Unidos, Trump, dijo que las conversaciones, a las que también asistió su yerno Jared Kushner, fueron «razonablemente buenas», pero agregó que era demasiado pronto para decir qué sucedería porque «se necesitan dos para bailar el tango».
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrii Sybhia, dijo que Rusia debe «poner fin al derramamiento de sangre» y acusó a Putin de «hacer perder el tiempo al mundo».
Cuando un periodista le preguntó si Witkoff y Kushner creían que Putin realmente quería poner fin a la guerra, Trump dijo: «[Putin] querría poner fin a la guerra. Esa era su impresión».
Más temprano el miércoles, Zelensky había dicho que una reunión entre negociadores estadounidenses y ucranianos tendría lugar «en los próximos días».
En una declaración en X, Zelensky dijo: «En este momento, el mundo siente claramente que existe una oportunidad real de poner fin a la guerra».
Pero añadió que las negociaciones deben estar «respaldadas por la presión sobre Rusia».
Las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia en el Kremlin tuvieron lugar tras días de reuniones de Estados Unidos con líderes ucranianos y europeos, después de que se expresaran preocupaciones de que el borrador de un acuerdo de paz estaba demasiado sesgado hacia las demandas de Rusia.
«Algunas de las propuestas estadounidenses parecen más o menos aceptables, aunque es necesario discutirlas más a fondo», dijo el asesor de política exterior de Putin, Yuri Ushakov, añadiendo que otras habían sido criticadas abiertamente por el líder ruso.
Aunque Ushakov no dio más detalles, al menos dos puntos importantes de discordia siguen vigentes entre Moscú y Kiev: el destino del territorio ucraniano ocupado por las fuerzas rusas y las garantías de seguridad para Ucrania.