La indignación por la escasez de agua, la basura sin recoger y la “ingobernabilidad” estalló esta semana en El Oro, un pueblo de montaña y Pueblo Mágico del Estado de México, donde decenas de residentes retuvieron al menos a dos funcionarios municipales y exigieron la destitución de la alcaldesa Juana Díaz Peñaloza.
Las protestas estallaron el miércoles tras cinco días sin servicio de agua y dos semanas sin recogida de basura, lo que provocó que se acumularan montones de basura en toda la ciudad minera colonial cercana a la frontera con Michoacán, a tres horas en coche de Ciudad de México.
Los manifestantes también acusaron a Díaz, miembro del partido Morena elegido en 2024, de desviar fondos públicos y retener los salarios de los trabajadores.
Según testigos, el caos comenzó frente al Palacio Municipal cuando los residentes confrontaron al director de Servicios Públicos, José Aarón Velázquez, y a un enlace del gobierno estatal por la falta de recolección de basura.
Tras la falta de respuesta de Velázquez, los manifestantes lo ataron con una cuerda y lo obligaron a firmar su renuncia “por incompetencia”. Momentos después, el representante del gobierno estatal que intentaba mediar fue atado a un poste.
El periódico El Sol de Toluca no informó que ningún otro funcionario hubiera sido detenido, pero medios de comunicación como Animal Político y La Jornada informaron que cinco funcionarios fueron atados, y otras fuentes citaron cuatro.
Asimismo, “un grupo de manifestantes arrojó un camión lleno de basura frente a la residencia privada del alcalde como un acto de acoso e intimidación”, dijo el gobierno municipal en un comunicado publicado en Facebook, denunciando los incidentes como “una expresión de violencia que viola los derechos humanos, el orden público y el estado de derecho”.
En respuesta a la publicación, un ciudadano comentó: “Con el debido respeto, creo que es importante señalar que el alcalde no se ha dirigido a la comunidad respecto a ninguno de los problemas que hemos enfrentado. Llevamos días sin agua potable, la basura no se ha recogido en semanas y las autoridades han guardado silencio ante cada uno de los problemas”.
Las protestas se produjeron en medio de una huelga de empleados de la agencia municipal de saneamiento y agua, quienes afirman que llevan semanas sin cobrar.
Además, los manifestantes afirmaron que solo uno de los tres camiones de basura del municipio ha estado operativo, ya que los otros dos están fuera de servicio por falta de combustible y mantenimiento, lo que agrava los problemas.
“Estamos hartos de vivir entre basura y sin agua”, dijo un miembro de la comunidad. “Nadie nos responde”.
Ubaldo Velázquez Piedra, el síndico municipal, dijo que la ciudad se encuentra en “un estado de caos total”.
El martes, Velázquez Piedra y seis de los siete concejales presentaron una solicitud formal al Congreso del Estado de México para que se destituya a Díaz, acusándola de crear “condiciones de ingobernabilidad” y citando irregularidades presupuestarias e ingresos no declarados procedentes de atracciones turísticas.
“La alcaldesa se esconde y se niega a asumir las consecuencias”, escribió una persona en Facebook. “Esa desvergonzada debería afrontar las consecuencias de sus actos”.
Los fiscales estatales informaron que han abierto una investigación sobre los hechos y los presuntos delitos cometidos durante las protestas.
La administración municipal guardó silencio sobre las demandas de los ciudadanos, pero los líderes legislativos dijeron que los legisladores locales no pueden destituir directamente a un alcalde, aunque pueden remitir pruebas al gobierno estatal para su revisión.
Ante el temor a nuevos enfrentamientos, se desplegó la Guardia Nacional en El Oro para proteger los edificios públicos y mantener el orden. El pueblo de El Oro de Hidalgo tiene unos 6.000 habitantes, mientras que el municipio de Del Oro cuenta con una población aproximada de 37.000.