Un raro pez de aguas profundas ha aparecido frente a la costa suroeste de Inglaterra por primera vez en dos décadas, lo que plantea interrogantes sobre los cambios en los patrones marinos. Estos avistamientos ponen de relieve una actividad inusual de la fauna marina en Cornualles, una región conocida por su costa escarpada, sus tradiciones pesqueras y su rica vida marina.
¿Lo que está sucediendo?
Según The Mirror , el buceador Charles Hood avistó un pez mero —una especie prehistórica que suele habitar en aguas profundas, puede vivir hasta 100 años y alcanzar los 2 metros de longitud— a pocos kilómetros de la costa, cerca de Lamorna, un pequeño pueblo en la costa sur de Cornualles. Hood, quien lleva más de 20 años filmando tiburones en aguas de Cornualles, se encontró cara a cara con el enorme pez mientras nadaba con tiburones azules.
«Son raros», dijo Hood, según el Mirror. «Los pescadores de altura a veces los sacan mar adentro, pero no es nada frecuente. Ver uno a media agua o cerca de la superficie es muy inusual».
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Cornualles ha sido escenario este año de avistamientos inusuales de animales, incluyendo langostas, mantis religiosas y extrañas babosas marinas. A principios de año, Aaron Meade, un pescador de 39 años de Bodmin, también capturó un pez luna cerca de Padstow, un histórico puerto pesquero en la costa norte de Cornualles. El Mola mola es el pez óseo más grande del mundo, llegando a medir hasta 3,35 metros y pesar 2,5 toneladas. «Todavía no me lo creo», declaró Meade sobre su captura, según el Mirror.
¿Por qué son preocupantes estos avistamientos?
Los científicos marinos afirman que estas apariciones poco comunes podrían reflejar cambios en las condiciones del agua como consecuencia del cambio climático, lo que potencialmente empuja a las especies de aguas profundas hacia la costa. El Cornwall Wildlife Trust señaló que los peces de pececillo suelen evitar las aguas poco profundas, según el Mirror, por lo que avistamientos como el de Hood son raros.
Los cambios en la distribución de las especies pueden alterar la pesca local, afectar al turismo y ser señal de desequilibrios más amplios en los ecosistemas marinos. Por ejemplo, a principios de este año, se avistó un manatí en Massachusetts, mucho más al norte de su hábitat habitual en Florida. Si bien el avistamiento emocionó a la comunidad local, también impulsó la rápida actuación de los expertos en vida silvestre para garantizar la seguridad del animal.
¿Qué se está haciendo al respecto?
Los conservacionistas recalcan la importancia de la observación y la gestión cuidadosas para garantizar la supervivencia de las especies marinas raras. Herramientas como las cámaras trampa, los programas de marcaje y los estudios específicos proporcionan a los científicos información crucial para proteger las zonas marinas, fomentar prácticas de pesca sostenibles y contribuir a la restauración de los hábitats locales.
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La protección de especies como el pez mero y el pez luna no solo preserva la biodiversidad, sino que también mantiene el equilibrio de los ecosistemas costeros de los que dependen las economías y los sistemas alimentarios locales.